Cuando Basilio “Bacho” Franco encabezaba la gestión del futbol de primera fuerza, uno de sus principales cuestionadores en las asambleas semanales era Marco
Antonio Quihuis. Tiro por viaje la pedida del micrófono para hacer uso de la palabra eracosa acostumbrada, el pobre Polo Guzmán, nomas movía la cabeza de lado a lado. En ese entonces este muchacho Quihuis era delegado del equipo “Unión 99”. Al paso del tiempo la historia y el destino lo ha colocado a él en el pandero de la polémica semanal del futbol municipal. Quihuis recibió de rebote la estafeta de parte de Raúl Bustamante, luego de que estese moviera lindo y bonito para subirse al carro de la revolución.
A propósito y nomás de pasadita, les comento que Raúl Bustamante se fue ayer a la capital de la república a tocar las puertas de la Conade,hay que esperar para ver que tantos recursos logró bajar a Bernardo de la Garza, aunque también se puede pensar que podría aprovechar el viaje para atender asuntos con determinados proveedores de su tienda deportiva. Por qué si no trae nada noticioso podemos pensar de una vez que el viaje fue infructuosoy sólo quedan los viáticos.
Así las cosas, así los acomodos, es de esperarse que los retos y proclamas que un día fueron las banderas que Quihuis ondeaba se conviertan hoy en realidades, como dicen por ahí, “hechos son amores”, si no qué chiste tanto alboroto.
La responsabilidad de Quihuises grande, muy grande.
No dudamos de que tenga la capacidad sufi ciente para sacar adelante la encomienda, pero no puede pasar mucho tiempo para que se empiecen a hacer las evaluaciones.
Es hora de que se acaben las canonjías y prebendas que suelen darse a ciertos equipos afiliados, es hora de que se cumpla al pie de la letra el reglamento y que el secretario de la liga no siga pensando que él es el “poder tras el trono”, es hora de que se busque la manera de conseguir los recursos necesarios para que todos los campos de futbol de la ciudad cuenten con instalaciones sanitarias, es hora de que los espacios deportivos se empiecen a dignificar, es hora de que las autoridades deportivas y las directivas de las ligas empiecen a desarrollar campañas entre sus agremiados para que estosespacios deportivos se mantengan siempre limpios y que al final de las jornadas no se conviertan en espacios donde los botes vacíos de cerveza -como suele suceder-, sean parte de la decoración.
Todavía está fresca en la memoria de muchos la “olímpica ignorada” que recientemente le dio la directiva de la Liga Premier a la sanción que recientemente le impuso la Asociación Estatal a uno de los equipos “protegidos” y que tenía que ver con la protesta que levantó la Liga Central por conducto de Víctor Encinas
respecto a determinados jugadores que caían en el estereotipo de “cachirules”.
El caso es que los “angelitos”estando registrados en la Liga Central, aparecían jugando también en la Premier y eso sí que esta penadísimo aquí y en China, sin embargo nada pasó y esos jugadores, tengo entendido, jugaron la última fi nal de la Liga Premier.
Señores directivos vayan respetándose, no se brinquen los reglamentos.
Ojala que Quihuis aproveche muy bien la estancia de su antecesor en el IDH y esa relación permita darle lustre a su gestión, como puede ser el hecho de que ahora sí se puedan empastar e iluminar más canchas de futbol en la comarca, no se puede estar sujeto a los diferendos que se dan cuando las canchas son propiedad de los vecinos de arriba. ¿Digo, no?
El futbol de primera fuerza –la llamada “Liga Premier”– sigue adoleciendo de mucha seriedad en cuanto a su infraestructura y de paso en la integración de la selección representativa.
Más allá de la remodelada que le dio Bustamante al campo 2 de La Sauceda –por cierto, esto gracias al gentil patrocinio de uno de los clientes más fuertesque atendía en la institución bancaria en que laboraba antes de subirse a la nómina oficial del Ayuntamiento–, no se puede presumir mucho de que las gentes de pantalón largo trabajen en serio por el mantenimiento de las demás canchas.
Bueno, aunque puede ser que me digan lo contrario.
Señores autoridades, señores directores del deporte, señores directivos de ligas de futbol, no todo es La Sauceda.
La capital sonorense ha crecido enormidades y su desarrollo no es parejo en cuanto a instalaciones deportivas dignas.
Una cosa sí es cierta, digan que se los dijo un loco, el futbol sigue creciendo y todavía le falta crecer más, esto con o sin instalaciones nuevas o remodeladas.
Tiempo al tiempo.